sábado, 5 de noviembre de 2011

Los datos de la rebelión

Ejercicio retórico difícil, ese de tratar de asumirse rebelde, desobediente y libertario y al mismo tiempo profesar simpatías o adhesión a un proyecto de gobierno. Por definición, alguien que cree en la emancipación del ser humano debería estar contra todo Gobierno o poder establecido. Pero en momentos de dramático cambio de paradigmas se producen sobresaltos y anomalías en la historia, y en ese escenario el dato importante del proceso venezolano actual viene a ser que nuestro mayor acto de rebeldía como pueblo, en más de un siglo de historia reciente, ha sido mantener en el Poder Ejecutivo a alguien que le ha abierto las compuertas a nuestras fuerzas constructoras (y a muchas de las fuerzas destructoras).

No es que de pronto nuestra vocación colectiva sea el apoyo a un gobierno o al poder: es que nuestra forma de desafiar al poder, ese mismo que está en proceso de decadencia y autodestrucción en el planeta, es el mantener al frente de un proyecto a alguien que encarna el antipoder. Mirando ahora la otra acera, ya resulta fácil detectar el punto de fractura existente en el discurso estándar del antichavismo que se dice democrático pero no puede dejar de aportar datos sobre su vocación tiránica y opresora. Relumbra por allá discurso que endiosa al gerente, al profesional y demás figuras elitescas, en desmedro de un pueblo pobre a quien se le exige que estudie pero se le niega el derecho a pisar el mismo felpudo que los hijos de los privilegiados. Señal a recordar: los universitarios marchando y protestando para evitar que los obreros y trabajadores de las universidades participaran en los procesos de elección de autoridades y otros; y la declaración infame retransmitida docenas de veces por Venezolana de Televisión: la niña bien reflexionando que “Darle voto a los obreros de la UCV es como darle a la cachifa el derecho de decidir qué hacer en mi casa”.

El antichavismo, y dentro de ese mazacote todas las variables del desprecio al ser humano simple y sin obsesiones artificiales con el lujo y la ostentación de saberes burgueses, cree que desprecia al chavismo porque éste es antidemocrático. Efectos terribles de no saber qué es la democracia y cuál es su sujeto. Cuando se enteren de que los pueblos en rebelión son capaces de grandes destrucciones pero también de ejemplos de humanidad, entonces comprenderán que en Venezuela se está viviendo el momento democrático más esplendoroso, en medio de una rebelión planetaria que en otras partes es sangrienta, pero que aquí es lenta e indulgente (por ahora).

Lo comprenderán, sí; pero sólo lo harán cuando ya sea demasiado tarde.


No hay comentarios: