lunes, 5 de octubre de 2009

Al barro vamos

Esto lo he aprendido en la voz y en la acción de los Cayapos. A ellos les gusta sentir y decir que uno les roba las ideas para después echársela por ahí de sabihondo y tal. Pero igual nos han transmitido y nos siguen transmitiendo a unos cuantos el saber y el ignorar de la otra sociedad, esa que no conocemos pero que (precisamente) debemos soñar antes de construirla.



Uno de esos saberes-ignorares tiene que ver con la vivienda y el hábitat, y parte de aquí: si las casas de la sociedad actual le han servido a ésta, ¿cómo y con qué materiales construir la casa del futuro?
Ando montado o intentando montarme en una cruzada que parece muy pendeja y seguramente lo es: quiero hacer casas de barro. Aprender el simple arte de levantar la concha donde ha de transcurrir mi vejez, si es que completo la proeza de llegar allá. El ensayo quiere ser un poco menos individualista: entusiasmar a un poco de muchachos para que le echen bolas por ahí y dejen de estar soñando con el apartamento o la casa en la gran ciudad. Estas ciudades hay que desalojarlas urgentemente. Ya hay media docena animada y dándole con furia.
El experimento llamado "otra sociedad" está fuera de estos dinosaurios de concreto que ya se tragó el capitalismo. Aquí perdimos la batalla.
Pero ¿por qué de barro?
***
El cemento enferma. El barro es lo que somos. El cemento es contranatura, es un monstruo que ha destruido seres humanos y ha enriquecido a monstruos; el barro es esa materia de la que estamos hechos. Nada nos recuerda más qué somos que el moldear cosas con barro, jugar con barro, em-ba-rrar-se: lo que nos han impuesto como sinónimo de sucio termina purificándonos. Trabajar (jugar) con barro nos hermana con la tierra.
Las casas producidas en cantidades industriales y con criterio mercantilista y de industrialización las hacen obreros vejados, humillados, explotados, arrechos, frustrados, golpeados, esclavizados por el capitalismo. Un obrero-albañil está obligado a construir o ayudar a construir, por comida y un sueldo miserable, una casa que no será de él. Junto con su sudor, en ese cemento de la ignominia se quedan mezcladas sus rabias y quejas de seres humanos atormentados, así que nadie podrá vivir feliz nunca en esas casas y apartamentos. Esas paredes rezumarán por siempre tristezas y lamentaciones.
Por eso (continúa hablando El Cayapo) tu casa debes construirla tú mismo. Lo que se mezclará con el barro de la construcción será tu sudor y con él irá tu ternura, la ternura y las risas de tu familia y tus amigos. También se colarán allí tuas rabias y fantasmas, pero esos bichos son tuyos y ya no te harán daño.
Es un trabajito pesao, jodedor. Pisas barro quince minutos, haces adobes otros diez minutos y ya te quieres regresar a Caracas. A menos que te lo tomes como lo que debería ser todo trabajo: como una joda, como una oportunidad para echar vaina e intercambiarse burlas con el güevón y la güevona que están ahí haciendo lo mismo que tú. El trabajo te divierte o te esclaviza: si lo haces por comida o porque el patrón te está vigilando y tomándote el tiempo es una tortura coñoemadre. Trabajar viene de Tripaliare y tripaliare de tripalium: instrumento de tortura, y eso es una carga demasiado vergonzosa para la humanidad como para dejarla pasar debajo de la mesa. La cultura dominante de mierda te adoctrinó para que creas que el trabajo (tripalium, para enriquecer a otros) dignifica, cuando en realidad te humilla y te reduce a bicho sin dignidad.
Pero si trabajas para ti y tu gente es una gozadera, una fiesta y una dinámica infantil (jugar con barro es una nota):





En la segunda mitad de mi vida le dedicaré tiempo a este proyecto: llevarme a varios sitios a un equipo móvil para aprender conmigo, mientras aprendo con ellos, a hacer casas de adobe. Estamos comenzando en una construcción pequeña en San Diego (Carabobo), un simple anexo de la casa de Ramón Mendoza. El próximo espacio a colonizar será en la Fila Maestra, donde Miranda conecta en una vuelta insólita con Vargas. Hay otro terreno para lo mismo en El Guapo, otro en Yaracuy. Lugares varios para hacer músculo y aprender. Quitarse el capitalismo de encima (del cuerpo: quitárselo de la cabeza es más engorroso) lleva trabajo, esfuerzo.
Es un ejercicio bravo.

6 comentarios:

Lennys dijo...

Jose pasa por este blog, es una gente en Alemania que anda en tun misma búsqueda, http://quierobarro.blogspot.com

mucha suerte. beso.

hz.- dijo...

nos re- descubrimos con los pies en la tierra

Gaby dijo...

JR me gustaria que leyeras una informacion que tengo sobre la entrega de "titulos" a los Yukpa y los Bari, mannana 12 de octubre. Como podria hacertelo llegar en formato word?

Anónimo dijo...

http://radioecos.radioteca.net/indice.php/44

uma dijo...

En el blog www.quierobarro.blogspot.com
publicamos fotos de una casita de barro que hicimos en capilla del monte, cordoba, argentina. COn la presencia de Jan de alemania, que trajo el conocimiento.
Los invito a visitarlo, y tambien por que no que visiten la casita.
Abrazos!
andrea

Anónimo dijo...

hola soy guille de argentina integrante del epa: espacios de puertas abiertas, somos una agrupación que comienza a trabajar por lo similares principios, los invito a que tomemos contacto e intercambiemos información."es momento para el encuentro y no para el reclamo dice una abuela"

si alguien puede contarnos su experiencia en impermeabilizar barro, ingredientes porcentaje y demas ....
publicamos en :
facebook EPA espacio intercultural.