domingo, 31 de enero de 2021

Que el pueblo cuente su historia

El bicentenario de la Batalla de Carabobo es una buena oportunidad para que otros autores se apropien del relato de lo que somos. Menos corbata y más música: aprender y comprender la historia debe ser una faena agradable, o se quedará en las catacumbas


Primero, vaya un reconocimiento y aceptación de ciertas verdades: la historia como disciplina es un asunto que desde hace años se estudia en universidades e institutos especializados, y no son para nada desdeñables los aportes ni la evolución de los estudios históricos en Venezuela y en todas partes del mundo.

Hay unos métodos, unas normas y unos códigos que rigen el trabajo de los investigadores e historiadores, y gracias a ese constructo es posible diferenciar un trabajo historiográfico responsable y respetuoso de cualquier simple regadera de anécdotas y chismes improbables y sin base real. Ingresar a un viejo archivo cuyos contenidos no han sido revelados y salir de allí con relatos fidedignos o tan siquiera comprensibles no es tarea sencilla, ni debe confiársele a manos no entrenadas para tal fin.

Pero hay una frontera, un límite, que separa a ese tipo de faenas más o menos arqueológicas de otro tipo de ejercicios. Por ejemplo, el que consiste en volver sobre historias ya investigadas y suficientemente narradas, y aplicarse a encontrarle interpretaciones más lógicas, y también más audaces y más acordes con lo que somos como clase, como pueblo. Al grano: durante siglos hemos tenido la desgracia y la desdicha de recibir la información histórica y su interpretación de manos y de labios de clases dominantes, o de sujetos interesados en seguir vendiéndonos una visión fatua, conservadora, mutilada, parcial e interesada de los acontecimientos y procesos. Historia burguesa para empujar al pueblo a una visión de sí mismo, del país y del mundo en la cual siempre los pobres somos los malos, los atrasados y los incorrectos, y siempre los poderosos, ricos y hegemónicos son los héroes.

Al respecto, hay malas y buenas noticias. Las malas tienen que ver con que, después de tantos años de “formación” de ciudadanos al servicio de una historia burguesa, y a pesar del estallido de Hugo Chávez como creador de la otra conciencia, la rebelde y la rompedora de moldes, seguimos sintiéndonos aplastados en presencia de las grandes figuras y emblemas del poder canónico. Sin darnos cuenta, o por mucho que nos resistamos, seguimos aplaudiendo la iconografía, la estética y los valores de la cultura que impusieron los genocidas, los vencedores de todos los tiempos. Los sujetos a quienes nos acostumbraron a escuchar en silencio y con la frente baja son los Uslar Pietri, los Pino Iturrieta, los encorbatados del vestuario y de la mente.

La buena noticia es que, incluso de esa misma academia que sigue enalteciendo a momias y no a seres humanos, han salido baluartes de la nueva forma de mirarnos como clase y como sociedad en rebelión. Que una publicación como ésta, la más importante de cuantas narran a Caracas desde el periodismo, se abra ahora para que nuevas voces cuenten lo que ya otros investigaron y publicaron sobre 1821 y sobre la campaña de Carabobo, es un signo de los tiempos que corren: aquí leerán (y las escucharán, cómo no) voces frescas, distintas, audaces, dispuestas a aprender y a enseñar la misma historia, pero con otros registros. Esta página, “Carbono 14”, será entonces un espacio para que nuevos autores vengan a escribir sus minicrónicas, sobre la historia de aquellos días y también sobre estos, que si los miramos bien, van sobre lo mismo: antes y ahora hay un imperio y unos mandamases que derrotar, un pueblo resistente y una historia en construcción.

En las entregas que vienen iremos contando en qué medida estas páginas quedarán abiertas y disponibles para el ejercicio de exploración de la historia con más música que corbata.

En Ciudad Ccs: http://ciudadccs.info/category/campana-de-carabobo/

En Épale Ccs: http://epaleccs.info/category/carbono-14/

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Originalmente en: http://epaleccs.info/que-el-pueblo-cuente-su-historia/

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